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Médico especialista en medicina deportiva habla de los beneficios del ejercicio, de cómo evitar las lesiones y de cómo mantenerse motivado

No se puede afirmar lo suficiente, sobre todo porque Estados Unidos sigue luchando contra una epidemia de obesidad: Los beneficios del ejercicio regular, que incluye rutinas aeróbicas y de entrenamiento de fuerza, se han establecido desde hace mucho tiempo como una ayuda para la prevención de enfermedades crónicas, incluyendo las enfermedades cardíacas y la diabetes. Además, cada vez hay más estudios que demuestran que el ejercicio regular y el control del peso pueden ayudar a prevenir muchos tipos de cáncer.

Pero empezar un programa de ejercicio regular puede ser un reto para muchos. Los médicos de atención primaria son la primera línea de atención cuando se trata de guiar a los pacientes en un programa de ejercicio, asegurándose de que cualquier problema de salud subyacente está bajo control.

Jason Perry, M.D., médico especialista en medicina deportiva de atención primaria de Baptist Health Orthopedic Care, se encuentra en una posición única con una experiencia que se aplica a las personas físicamente activas. Sin embargo, subraya que muchos de sus pacientes no son activos y necesitan ser guiados y motivados para comenzar rutinas de ejercicio.

“Se podría pensar que, por yo ser parte de una consulta de ortopedia o medicina deportiva, todo el mundo es un atleta”, dice el Dr. Perry. “Pero la mayoría de los pacientes que vemos están probablemente en la escala menos activa, o tal vez están tratando de empezar a hacer alguna actividad y no lo han hecho en un tiempo – y se encuentran con algún trastorno o un problema”.

Entre el 50 y el 60 por ciento de los pacientes del Dr. Perry tienen problemas articulares crónicos, como artritis, y la mayoría no son activos.

“Una gran parte del tratamiento es una discusión sobre cómo reducir su dolor con el ejercicio regular”, explica el Dr. Perry. “Ahí es donde a menudo utilizo la fisioterapia como una forma de mostrar a los pacientes que pueden incluirlo en su vida ocupada regular. Y sólo tienen que priorizar y hacer tiempo para hacerlo. Creo que es una buena manera de empezar”.

A continuación, hay más información por parte del Dr. Perry sobre la importancia de hacer ejercicio. Las preguntas y respuestas son extractos de su perspectiva durante un reciente programa de Facebook LIVE en inglés titulado: Speak Up About Your Health: #MensHealthMonth. Sin embargo, los consejos del Dr. Perry sobre el ejercicio se aplican tanto a los hombres como a las mujeres.

Pregunta: ¿Cuáles son algunos de los beneficios físicos y mentales de hacer ejercicio?

Dr. Perry: Se ha demostrado que el ejercicio es muy beneficioso para la salud mental y para reducir el riesgo de depresión y ansiedad. El ejercicio regular puede ayudar a mejorar nuestro sueño, mejorar nuestro equilibrio, prevenir caídas y fracturas al mejorar nuestra densidad ósea. Y se ha demostrado que ayuda a la salud del cerebro y la memoria. Hay muchos beneficios. Uno de los que veo con frecuencia es la reducción del dolor en las articulaciones de los pacientes con artritis. Como profesionales de la salud, sabemos que no podemos obligar a nuestros pacientes a ser activos y que no podemos lograr que todo el mundo lo sea como nosotros queremos. Pero regularmente, en cada visita, deberíamos evaluar los niveles de actividad física de nuestros pacientes, evaluar su voluntad de ser activos, si es que no lo son ya. Y luego, a partir de ahí, tenemos que ayudar a nuestros pacientes a establecer algunos objetivos y esos objetivos tienen que ser realistas y luego proporcionarles maneras reales para cumplir esos objetivos”.

Pregunta: ¿Cuáles son las señales de advertencia de que un paciente debe chequearse para evitar las lesiones antes de comenzar una rutina de ejercicio?

Dr. Perry: “Definitivamente, hay cosas por las cuales las personas deberían consultar a su médico de atención primaria o a su cardiólogo antes de comenzar un programa de ejercicios. Ciertamente, las personas que no han hecho ejercicio en mucho tiempo, o si tienen algún tipo de dolor en el pecho, falta de aire, mareos en reposo o con niveles ligeros de actividad, deben ser evaluados por un médico antes de participar en un programa. Los que tengan antecedentes de enfermedades cardíacas o arritmias (latidos irregulares del corazón) o enfermedades renales, deberían hablar con sus proveedores de atención primaria o sus especialistas para que les orienten sobre lo que pueden y no pueden hacer”.

Pregunta: ¿Qué pasa con los pacientes que comienzan a hacer ejercicios y se lesionan? ¿Qué pueden hacer los pacientes para evitar las lesiones?

Dr. Perry: “Obviamente, ser una persona activa conlleva riesgos: lesiones y problemas relacionados con las articulaciones. Y siempre les digo a mis pacientes que los beneficios del ejercicio superan los riesgos. Y si nos encontramos con un problema, podemos abordarlo. Ciertamente, tener dolor en las articulaciones al soportar el peso, cojera o hinchazón en una articulación – estas serían cosas por la cuales animaríamos a las personas a venir a vernos antes de continuar el ejercicio para hacerse una evaluación, en lugar de esperar y tratar de empujarse a través del dolor. Es muy individualizado cuando se trata de estos programas y de lo que alguien debería o no debería hacer. Tiene mucho que ver con los problemas que tienen en su punto de partida. Y es difícil dar una declaración general para todo el mundo. Deben hablar de eso con su proveedor. Y ahí es donde entran las prescripciones de ejercicio: tener una conversación con los pacientes sobre las cosas que pueden hacer y las que quizá deberían evitar”.

El Dr. Perry añade que las personas deben hablar con su médico antes de empezar un programa de ejercicios si se aplica algunos de los siguientes casos:

  • Usted tiene enfermedad cardíaca.
  • Usted tiene diabetes de tipo 1 o de tipo 2.
  • Usted tiene enfermedad renal.
  • Usted tiene artritis.
  • Usted está bajo tratamiento para el cáncer, o ha completado recientemente su tratamiento para el cáncer.
  • Usted tiene la presión alta.

Si no ha hecho ejercicio con regularidad durante un tiempo, puede empezar a hacer ejercicio a un nivel ligero o moderado sin consultar a su médico y aumentar gradualmente su actividad, según el Dr. Perry.

También debe consultar a su médico si tiene síntomas que puedan estar relacionados con enfermedades cardíacas, pulmonares o de otro tipo, como por ejemplo:

  • Dolor o molestias en el pecho, cuello, mandíbula o brazos en reposo o durante la actividad física.
  •  Mareos, aturdimiento o desmayo con el ejercicio o el esfuerzo.
  •  Dificultad para respirar con un esfuerzo leve, en reposo o al acostarse o acostarse.
  •  Hinchazón de los tobillos, especialmente por la noche.
  •  Un latido del corazón rápido o pronunciado.
  •  Un soplo cardíaco que su médico haya diagnosticado anteriormente.
  •  Dolor en la parte inferior de la pierna al caminar, que desaparece con el reposo.

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